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El viaje de Omar: Una familia de segunda generación que prospera en el CAVA

Historias y reportajes
Dos personas sentadas en una mesa, cada una con un ordenador portátil, participan en una sesión de trabajo colaborativo.

Para Omar y su familia, la Academia Virtual de California (CAVA) se ha convertido en una historia de éxito multigeneracional. Omar, antiguo alumno de CAVA, está ahora criando a sus tres jóvenes parientes -Alex, Leila y Aya- y los ha matriculado en la misma escuela virtual que en su día lo mantuvo a él y a sus hermanos. Su viaje pone de relieve cómo CAVA ofrece una experiencia de aprendizaje estructurada y adaptada a las familias de varias generaciones.

Retomar una trayectoria educativa de confianza

Omar entró en CAVA por primera vez en el instituto tras trasladarse a California con su familia. "Buscamos otras opciones, pero K12 nos pareció mejor", dice. Aunque los problemas personales afectaron a su capacidad para comprometerse plenamente con la escuela, Omar vio a sus dos hermanos menores prosperar en el programa. "Los dos se graduaron en CAVA, y fue estupendo para ellos".

Años más tarde, cuando Omar se convirtió en el principal cuidador de su sobrino y sus sobrinas, volvió a recurrir a CAVA. Tras un año difícil en una escuela física, Alex, Leila y Aya expresaron su deseo de volver al aprendizaje virtual.

"Los chicos me dijeron: 'No queremos ir a una escuela física. Queremos volver a la escuela virtual'", explica Omar. "Habíamos probado otras escuelas virtuales, pero sabíamos que CAVA sería la que mejor encajaría".

Un mejor entorno de aprendizaje

CAVA ha proporcionado a la familia de Omar un equilibrio de libertad y compromiso que apoya las necesidades individuales de cada niño. Reflexionando sobre la diferencia entre CAVA y otras escuelas, Omar dijo: "No se sienten como paquetes de trabajo o lecciones aisladas. Los niños tienen clases en directo, compañeros con los que hablan y profesores con los que se relacionan. Es una experiencia escolar real".

Alex, el mayor, tuvo una dura experiencia en un aula tradicional, donde a menudo se sentía incomprendido por los profesores. "Me dijo que se sentía discriminado", cuenta Omar. "Que un niño diga eso a una edad tan temprana es desgarrador. Pero ahora, con CAVA, está prosperando de nuevo. Codifica, escribe historias y le entusiasma aprender".

Leila aprecia el enfoque estructurado que le permite personalizar su experiencia de aprendizaje, centrándose en los temas que le gustan mientras trabaja a su propio ritmo.

Aya, la más pequeña, acaba de empezar la guardería y ha asumido plenamente su papel de estudiante. "Es una pequeña jefa", dice Omar riendo. "Le encanta ver a otros niños con sus propios portátiles y participando en clase. Le ha dado un verdadero sentido de pertenencia".

Socialización y comunidad

Omar valora cómo CAVA ayuda a sus sobrinos a establecer contactos. "Han asistido a actos, han conocido a otros estudiantes e incluso han hecho amigos", dice. "Alex conoció a otro estudiante en un acto de CAVA y ahora siguen en contacto y juegan en línea. Los niños están aprendiendo y forjando amistades en un entorno en el que se sienten cómodos."

Mientras algunos se preguntan si las escuelas en línea ofrecen suficiente interacción social, Omar discrepa rotundamente. "CAVA hace todo lo que puede para organizar eventos y dar a los niños la oportunidad de conocerse", afirma. "Realmente depende de si las familias deciden participar".

De cara al futuro

Omar está orgulloso de los progresos de sus sobrinos en el CAVA. "Los niños están comprometidos, entusiasmados y conectados con su escuela", dice. "Es mucho más de lo que experimentaron en otras escuelas. No me arrepiento de haber elegido CAVA para ellos: ha sido increíble".

Desde su época de estudiante hasta su papel de cuidador, Omar aprecia las ventajas únicas del entorno de aprendizaje personalizado y atractivo de CAVA.